Por Luis Martínez Alcántara
El Instituto Nacional Electoral (INE) autorizó a 72 organizaciones para continuar con el proceso de convertirse en partidos políticos en México. Entre ellas destacan agrupaciones de criadores de gallos, sindicatos de policías y movimientos ultraderechistas. Estas organizaciones ya están realizando asambleas en busca de cumplir con los requisitos establecidos por la ley electoral.
Una de las iniciativas más notables es la del actor y productor Eduardo Verástegui, quien encabeza el Movimiento Viva México, de corte ultraconservador. Este movimiento busca capitalizar la euforia trumpista y llenar el vacío de oposición en el país, promoviendo valores como “vida, familia y libertad”. A pesar de los desafíos, como la necesidad de consolidar una base social y obtener recursos económicos, el descontento económico y social podría favorecer su avance.
Además, el Partido Fortaleciendo las Tradiciones y el Empleo, integrado por criadores y organizadores de peleas de gallos, busca asegurar legislación favorable a su actividad. Por su parte, el Partido Justicia Social, conformado por miembros del Sindicato de Policías, pretende representar los intereses de las fuerzas del orden en el ámbito político.
Sin embargo, no todas las solicitudes han sido aprobadas. El INE rechazó la petición de Nicolás Mollinedo, conocido como “Nico” y ex chofer del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien buscaba formar el partido Movimiento Ambientalista Social por México. Esta negativa se debe al incumplimiento de los requisitos iniciales establecidos por el instituto electoral.
Es importante destacar que, para obtener el registro como partido político, las organizaciones deben celebrar al menos 20 asambleas estatales o 200 distritales, con una participación mínima de 3,000 personas por entidad o 300 por distrito. Además, deben contar con un total de afiliados no inferior a 256,030 personas a nivel nacional. Aquellas que logren cumplir con estos requisitos podrán participar en las elecciones intermedias de 2027 y, de alcanzar al menos el 3% de los votos, contender en las presidenciales de 2030.